Al tratar temas históricos importantes, hay que ser muy consientes sobre las perspectivas relacionadas con el tema. En el caso de la dictadura en Chile, las opiniones son mixtas, ya que el régimen de Pinochet tuvo éxito económico por un tiempo, pero también fue acompañado por grandes violaciones de derechos humanos. Para entender estas perspectivas se tiene que entender los tiempos antes de Pinochet. Salvador Allende se montó al poder el 3 de noviembre de 1970 y empezó a implementar sus ideologías socialistas extremas. Con las medidas que él impuso, aunque Chile seguía siendo una democracia, se acercaba extremamente al comunismo. El país estaba endeudado, los inversionistas perdieron confianza en la estabilidad del país, no había empleo y el pueblo tenía hambre.
Salvador Allende era parte del Partido Socialista de Chile y duro en el poder tres años hasta que un joven llamado Augusto Pinochet Ugarte fue nombrado Comandante del ejército nacional. 18 días después de que fue otorgado este puesto, apoyado por los Estados Unidos y las fuerzas militares Chilenas, condujo un golpe de estado en el cual arrinconaron a Allende resultando en su suicidio. El objetivo principal de Pinochet era traer estabilidad al país después de un periodo turbulento. Él llegó a regir con mano dura y restaurar un sistema capitalista. Sus reformas relacionadas con restaurar el mercado libre y la inversión extranjera fueron exitosas y logro traer un poco más de estabilidad económica a Chile. Pinochet tenía muchos seguidores leales, pero otra gran parte de la población estaba en contra de este régimen dictatorial.
Es indiscutible que actos atroces fueron cometidos durante este régimen resultando en 3,428 muertes y más de 1 000 desvanecimientos con torturas y secuestros acompañándolos en los años entre 1974 y 1988. Muchas de estas violaciones de los derechos humanos fueron cometidos por la DINA o la Dirección de la Inteligencia Nacional. Estos normalmente son descritos como la policía secreta durante la dictadura de Pinochet. La DINA arrestaba a miembros del público y eran encarcelados en bases militares, estaciones policiales, cárceles y de forma más notoria, el Estadio Nacional de Chile. En estos meses de detención los prisioneros fueron abusados y torturados con el fin de interrogarlos y sacar información relacionada con la oposición del régimen de Pinochet. La mayoría de las matanzas fueron dirigidas hacia miembros de la oposición y personas que querían derrocar el gobierno.
Empero, hay debate sobre si Pinochet estaba al tanto de estas operaciones. Después de que se bajó de la presidencia, él siguió siendo Comandante de las fuerzas armadas chilenas y fue nombrado como Senador de por vida. Por esto, tuvo inmunidad intrínseca a cualquier persecución y nunca se pudo definir su nivel de intervención en las matanzas, torturas, y secuestros. Pinochet siempre negó conocimiento de estas medidas, pero muchos todavía son vehementes en sus conclusiones que la DINA estaba bajo el mando del dictador. En el año 2000 Pinochet fue detenido por el gobierno Británico al ser acusado de delitos de genocidio, terrorismo internacional, torturas y desaparición. Sin embargo, por razones de salud, dejaron que Pinochet continuara su camino a Chile sin ir a corte. La Comisión de Reiteg, una investigación conducida por el gobierno estadounidense, concluyo después de amplia investigación que si hay evidencia de agentes gubernamentales que usaban fuerza excesiva y resultaban en la muerte de la víctima. Esto también incluía la ejecución de esos asumidos criminales.
Pinochet lidero Chile con la idea de que la mayoría del público Chileno lo apoyaba, pero después de 17 años en poder y con los Estados Unidos diciendo que ya era hora de democracia, cumplió con una promesa que había hecho en años previos al organizar un plebiscito en 1988 que se encargaría de entender la opinión pública. El referéndum preguntaba si el público chileno quería que Pinochet siguiera de presidente o preferían elecciones libres acompañadas por la renuncia del dictador. Pinochet perdió el plebiscito, y 18 meses después fue reemplazado por un presidente elegido. Sin embargo, el resultado del plebiscito fue extremadamente reñido dado que el 55% de los chilenos no apoyaban a Pinochet. El otro 45% firmemente apoyaba al dictador durante sus 17 años como líder. En conclusión, para poder entender los detalles y la importancia de este periodo en la historia Chilena, es necesario escuchar y apreciar las diferentes perspectivas, especialmente relacionadas con el gobierno. Pinochet fue un dictador estricto, sin piedad, y con el firme propósito de alejar el país del socialismo. Sin embargo, hasta el día de hoy el país está completamente dividido entre los que apoyaron a Pinochet y los que no. Es más, se dice que la división entre las perspectivas del público chileno culminan en un 50/50 más o menos dado que un lado piensa que la dictadura fue necesaria en alejar a Chile del comunismo y darle las bases fuertes para el futuro, y otros piensan que el régimen de Pinochet fue uno de terror y opresión.
Escrito por: Carolina Mejia Rodriguez
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