El servicio de la electricidad y la energía en Colombia desafortunadamente presenta grandes obstáculos. Desde interrupciones repetidas hasta la falta de acceso directo a este servicio público, hay un gran camino por recorrer para alcanzar todo el potencial de dichos servicios. La implementación de energía renovable y la elección de representantes honestos y trabajadores todos todas son soluciones para resolver este problema. Sin embargo, antes de poder entender las áreas de mejoría de ciertos servicios públicos, es importante entender la definición de lo que es un servicio público. De acuerdo con el artículo 430 del C.S. del T., de la Constitución Política de Colombia, los servicios públicos son “… Toda actividad organizada que tienda a satisfacer necesidades de interés general en forma regular y continua, de acuerdo con un régimen jurídico especial, bien que se realice por el Estado directa o indirectamente, o por personas privadas.” Un ejemplo importante de estos servicios es el de la electricidad o luz. Es importante recalcar que en Colombia muchas regiones todavía no tienen acceso regular y constante a este servicio público, resultando en graves consecuencias económicas y sociales además de contribuir al ciclo de la pobreza en poblaciones vulnerables. Colombia y el Caribe Colombiano, especialmente el departamento de Bolívar, son grandes ejemplos del alcance de este problema. En general, la mayoría de la población sufre cortes de luz y fallas eléctricas constantes. Desafortunadamente, este ha sido un problema que ha afectado a miles de personas desde el principio de la implementación de servicios públicos en 1892. La corrupción y la falta de recursos son algunas de las razones por la cual la energía es inestable o inexistente. Es importante considerar este tipo de fallas en el sistema porque la baja calidad de dichos servicios afecta a miles de personas en Colombia, y millones en todo el mundo. Esto afecta la habilidad de tener un hogar sano y seguro en el cual las personas dentro de él podrán llevar una vida feliz y saludable. Este problema ha sido estudiado numerosas veces y en muchos países. Organizaciones como el Banco Mundial y la ONU han hecho estudios relacionados con este problema en términos globales, socializados en su artículo publicado en diciembre del 2012 titulado “Mejorar La Generación y Distribución De La Electricidad.” El gobierno nacional de Colombia también ha iniciado estudios para medir la calidad y las áreas de mejora de estos servicios Inspecciones como estas llevaron a cabo cambios como la transición de Electricaribe a Afinia en la Costa Caribe colombiana.
Una de las 17 metas de la ONU para el desarrollo sostenible es el ayudar a que todo el mundo tenga acceso a energía “asequible, segura, sostenible y moderna.” Dicha organización establece que el acceso a una fuente de energía segura y consistente apoya a todos los sectores de una comunidad desde la educación hasta la medicina y la agricultura. Aunque la mayoría de personas viviendo sin electricidad se pueden encontrar en Asia y África, el problema está mucho más cerca de casa de lo previamente imaginado. El Instituto de Planificación y Promoción de Soluciones Energéticas para las Zonas No Interconectadas, ha llegado a la conclusión que hay alrededor de 1.710 localidades rurales en Colombia en los cuales solo 128.587 de las personas tienen acceso a electricidad entre cuatro y doce horas al día. Esta información fue redactada en un artículo del periódico El Tiempo, publicado el diez de febrero del 2019. El no tener acceso a una fuente estable de energía lleva al uso de materiales peligrosos para generar energía como la leña el carbón vegetal, y el estiércol que según la ONU causa más de cuatro millones de muertes al año por contaminación de aires en locales cerrados. Sin embargo, es importante entender el origen de esta falta de servicios para poder entender el impacto y las repercusiones. Un estudio hecho por Iberdrola publicado el 17 de mayo de 2016 titulado, “Lo Que Hay Detrás De La Falta De Acceso a La Electricidad En África” ha concluido que la falta de acceso a la energía eléctrica es un resultado directo de la falta de inversión en el sector de la energía, especialmente por parte del gobierno. Aunque este estudio fue conducido en África, el artículo también explica que la falta de acceso a la energía eléctrica es un problema global, que tiene causas globales. Esto es importante considerar porque también abre las puertas a soluciones implementadas en otros países, y da esperanza para el mejoramiento de Colombia. Adicionalmente, el costo de producción también es un factor que hace que la energía sea un servicio público un tanto inestable dado que ciertos lugares con menos recursos o con altos niveles de corrupción no pueden mantener un flujo estable de dicho servicio. El construir y mantener plantas eléctricas también es costoso y requiere de alta planeación. Por esto, zonas apartadas de ciudades centrales están más expuestas a menor calidad de electricidad. El Espectador lo resume en pocas palabras al decir, “Es costoso llegar con energía a la mayoría de los hogares en lugares más apartados y con mayor dificultad de acceso” En resumen, se piensa que la inestabilidad de la electricidad es un resultado de negligencia y corrupción especialmente por los proveedores de los servicios y el gobierno acompañado por las dificultades logísticas de construir y mantener fuentes eléctricas en regiones aisladas. A veces se presume que hay problemas más importantes que ameritan más atención, y por esto se reduce la atención al servicio de la luz. Por el otro lado, la corrupción drena todos los recursos que se pueden invertir en los servicios públicos, y por ende baja la calidad de vida de cientos de personas.
La energía y la electricidad son servicios públicos que normalmente consideramos como normas, pero desafortunadamente se han vuelto privilegios. La electricidad nos provee aire acondicionado, internet, luz, energía, todas cosas que se han vuelto vitales para nuestra vida cotidiana. Sin energía, por ejemplo, no se pueden conectar las neveras y congeladores. Esto puede resultar en comida podrida y desperdiciada, o si la familia no tiene acceso a ningún tipo de fuente de electricidad, se les dificulta incluir ciertos tipos de alimentos que requieren refrigeración en su dieta, resultando en malnutrición y salud baja. Por el otro lado, sin electricidad, no se pueden cargar los dispositivos electrónicos que hoy en día se han vuelto vitales para mantenerse comunicado. Desde el inicio de la pandemia del COVID-19, miles de niños en cada rincón del mundo se han visto forzados a continuar sus estudios desde casa. Aquellos que no tienen acceso a la electricidad no solo no pueden cargar sus dispositivos que los ayudan a conectarse a clase, sino que también no tienen acceso al internet, la base de la escuela virtual. Estos son ejemplos puntuales del impacto que tiene el no poder acceder a una fuente consistente y asequible de luz y electricidad. El periódico El País también ha acertado que la falta de luz resulta en la facilitación de crímenes, como es socializado en su artículo publicado el cuatro de julio del 2017 llamado “Un foco de luz que redujo el crimen en casi la mitad”. Sin luz, los criminales tienen la ventaja de las sombras para poder entrar a las viviendas y robar. Una teoría general que explica el problema es aquella de la corrupción y la alocación incorrecta de fondos. Esta teoría da paso a entender que el problema de la energía y la electricidad va más allá de lo técnico, es algo sistémico que yace en lo más profundo de la constitución de los gobiernos alrededor del mundo. La solución más aceptada relacionada con esta teoría va en elegir líderes que no sean corruptos y que sean más competentes para que usen el dinero de los impuestos y las inversiones de forma adecuada. Sin embargo, este problema en sí es teórico también, entonces, la investigación debe continuar a un paso más tangible. Soluciones que se pueden implementar relativamente rápidamente son aquellas relacionadas con las energías renovables. Adicionalmente, cambios en proveedores y sistemas de medición más avanzados también ayuda a mantener control sobre estos servicios públicos.
Hay una gran variedad de perspectivas relacionadas con el problema de la inconsistencia del servicio de la energía eléctrica. Está aquella de la persona o la familia la cual es afectada por estas interrupciones. Es decir, estas personas son vitales en el proceso porque son las afectadas, y para entender el problema se necesita su retroalimentación y sus experiencias. Sin embargo, estas personas son afectadas emocionalmente y sus soluciones normalmente giran en torno de culpar la corrupción. Es trabajo de instituciones formales como el gobierno y aquellos que prestan los servicios de escuchar estas historias y usar su punto de vista objetivo para implementar soluciones. Como es mencionado en la constitución colombiana, los servicios públicos son parte vital de los derechos fundamentales de los ciudadanos y el no tener acceso a estos servicios resulta en consecuencias negativas relacionadas con la salud, educación, y calidad de vida en general.
Un estudio hecho por la UPME estima que Colombia tiene que invertir alrededor de $7,4 billones, con una inversión de $345.788 millones en el departamento de Bolívar para poder cumplir la meta de expandir cobertura eléctrica al 100% de los municipios. En términos técnicos la falla de energía y electricidad es una interrupción del servicio a causa de malos equipos, falta de pago, o negligencia por parte de los proveedores. Normalmente la calidad del servicio prestado es responsabilidad del gobierno o de la entidad que lo provee, y así sea por corrupción o ineptitud, frecuentemente hay problemas en la administración tanto de dichos grupos como sus servicios. Al entender lo que pasa mecánicamente al fallar este servicio público, se puede entender el impacto más grande que tiene en términos sociales, económicos, y socioemocionales. El periódico La República reporta que corrientemente hay alrededor de 19 proyectos siendo implementados tanto para mejorar los indicadores de la calidad de los servicios eléctricos como para mejorar la cobertura en sí. La industria minero-energética es la que está liderando estas inversiones y es proyectado que estarán en función en el año 2021. Javier Andrés Martínez, subdirector de Energía Eléctrica de la Unidad de Planeación minera Energética (UPME) dice “Con estas nuevas redes garantizaremos el abastecimiento de energía a largo plazo. En este momento estamos definiendo cuatro proyectos totalmente nuevos. Ahí el mayor reto está en mejorar la transmisión y el transporte.” Fuera de todas las soluciones, la ideal es la evolución de dependencia de energía eléctrica a fuentes renovables como paneles solares, plantas hidráulicas, y molinos de aire. Estos tienen la desventaja de depender de las condiciones climáticas, sin embargo, después de su costo y logística de implementación son relativamente fáciles de mantener. Sin embargo, son un tanto costosas y requieren de mucho espacio abierto, por ende aunque es una solución semejantemente ideal, no es la más realista dado las condiciones económicas y políticas del país. En este momento hay alrededor de 392 proyectos de energía solar en Colombia, acompañados por otros sistemas de energía renovables como los proyectos de energía eólica y biomasa con 19 y 14 proyectos funcionando respectivamente. Esta información es publicada y diligenciada primordialmente por el grupo Bancolombia en su resumen de proyectos registrados ante la UPME en febrero del 2019. Por otro lado, el Banco Mundial sugiere medidas de inversión en equipos y sistemas de transmisión ya existentes para mejorar su rendimiento. Es decir, con la ayuda de alocación ética de fondos se invierte en líneas, transformadores de distribución, medidores, asistencia técnica y generación de capacidades para poder incrementar la eficiencia y disponibilidad de los servicios eléctricos. La UPME abrió una subasta de expansión de asignación de Obligaciones de Energía Firme, lo cual significa que están buscando garantizar disponibilidad y acceso de energía al incentivar la creación e implementación de nuevos proyectos, como los diecinueve proyectos anteriormente mencionados. Esta idea fue publicada en el 2019 con la meta de alcanzar total confiabilidad al sistema a partir del 2022. La forma en la cual busca esta optimización es a través de la expansión de plantas de energía eléctrica existente y la creación de nuevas plantas o plantas especiales que están desarrollándose corrientemente. Además de todas estas soluciones técnicas, quizás más importante todavía es que se genere una conversación sobre la calidad y constancia de los servicios públicos tanto en Cartagena como en Colombia y más allá.
Al pasar tiempo se van desarrollando nuevas soluciones más tangibles y aplicables y por eso es importante estar atento a todas las actualizaciones y nuevas tecnologías que ayuden a hacer más eficiente el uso y el servicio de la energía eléctrica. Adicionalmente, es importante priorizar el fortalecimiento de la economía en todos sus frentes, dado que una economía saludable da paso a inversiones y transacciones que mejoran el funcionamiento de todo el país, y por ende crea una base fuerte para los servicios públicos. Al entender que hay un problema de suministro e implementación, los ciudadanos pueden empezar a idear soluciones a problemas que han impactado a miles de personas alrededor del país, y no solo ayuda a crear conciencia sobre la inequidad e ineficiencia del servicio eléctrico, pero también ayuda a crear un entendimiento y conocimiento más profundo sobre la comunidad.
A Colombia todavía le falta camino por recorrer antes de poder suministrar energía eléctrica para todos los ciudadanos de una forma confiable y consistente. Aunque hay espacio significativo de mejora y los impactos sociales son considerables, hay soluciones en la mira que dan esperanza para su pronta implementación. A través de conocimiento, ética, y conversaciones importantes se podrá desarrollar una comunidad en la que problemas relacionados con servicios públicos se puedan resolver de forma eficiente y transparente. La clave para mejorar el acceso y funcionamiento de estos servicios está en elegir representantes honestos y éticos que empujen la agenda de mejorar sus respectivas regiones en vez de las agendas politiqueras que, desafortunadamente, son comunes en Colombia. Tambien es importante considerar las soluciones a largo plazo anteriormente mencionadas como el uso de energías renovables que proveen acceso más estable a este servicio público. La energía eléctrica es de gran importancia y consecuencia en una comunidad, y solo con el desarrollo de nuevas ideas, tecnologías, y regulaciones se podrá proveer un acceso equitativo a todos los rincones de Colombia.
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